Hola estimados!
Terminado el módulo 3 nos hemos abocado al estudio de los
modelos de diseño instruccional, como la guía o el camino a seguir a la hora de
diseñar y desarrollar el proceso educativo, con el fin de lograr un aprendizaje
efectivo.
Hemos analizado 2 modelos: el ADDIE y el Modelo de Planificación Inversa. Ambos modelos nos brindan herramientas útiles a la hora
de llevar adelante el modelo de diseño instruccional. Si bien ambos modelos
presentan ciertos puntos de coincidencia y en otros difieren; considero que
ambos me han aportado recursos muy útiles a la hora de diseñar el espacio
curricular.
En este sentido, las actividades propuestas han contribuido
enormemente a poner en práctica ciertos aspectos del modelo.
En primera instancia, y para el desarrollo de diseño
instruccional exitoso; considero de mucha utilidad el punto de partida del
modelo ADIIE que propone llevar adelante un análisis a fin de identificar las
variables que afectarán a la propuesta formativa. Vale recordar que esta
actividad consiste en identificar al destinatario, el contexto, los recursos
con los que contamos, el tiempo disponible, el entorno y los medios a utilizar,
y los resultados esperados.
En cuanto al modelo de planificación inversa, me parece
sumamente atractiva la idea de comenzar por el final, en el sentido de pensar
en primera instancia qué es lo que espero conseguir. La importancia de este
modelo, tal como se menciona en el material; es que permite el desarrollo de
niveles más profundos de aprendizaje. Enfocar el diseño en los resultados que
espero conseguir, implica como dice McTighe “Enseñar y evaluar para la
comprensión y la transferencia”. Como docentes esta idea nos desafía a
identificar aquellas cosas importantes que los estudiantes deben comprender; y
a pensar que lo que deseamos no es que los estudiantes repitan conocimientos de
otros; sino que aprendan a razonar, a crear, a adquirir habilidades para
trabajar con otros. En este sentido “comprender no es lo mismo que conocer”, y
como docentes queremos lo primero para nuestros estudiantes.
En cuanto a la aplicación del modelo de planificación
inversa a mi espacio curricular, fue todo un reto, y también un descubrimiento. El camino propuesto de conocer las competencias, identificar
las capacidades que las conforman, definir los objetivos de las actividades que
deben realizar los alumnos y que son constitutivos de las capacidades, plantear
las actividades y pensar en los resultados como punto de partida; le da sentido
a la planificación de nuestro espacio curricular, convirtiéndolo en un eslabón
fuerte en la cadena de la carrera; y haciendo que los distintos elementos de
nuestra propuesta guarden coherencia entre sí.
Repensar en términos de resultados primero, me llevó a
replantarme muchas de las actividades que realizamos como docentes y a darme
cuenta que muchas veces nos enfocamos en cubrir contenidos y no en proponer
actividades para la comprensión y la transferencia.
Por último, les dejo la presentación de mi materia aquí, y a
seguir caminando!
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