miércoles, 13 de marzo de 2019

Reinventando el rol docente


La tecnología avanza a pasos agigantados y se introduce en todos los ámbitos de nuestras vidas, y por supuesto los ámbitos académicos no son ajenos. Sin embargo, las personas utilizamos las tecnologías de diferentes maneras y con distinta intensidad. Con esto quiero decir que, al menos en mi experiencia; los alumnos son mucho más hábiles en el uso de las mismas que los profesores. Y en este sentido los profesores tenemos mucho por aprender de ellos.
Pero a la vez, creo que el rol docente es insustituible. Esto significa que ante la incursión de las tecnologías en las aulas, los docentes debemos dejar de lado prácticas que hace un tiempo eran efectivas pero que ya no lo son; y modificar nuestras formas de ejercer la docencia. 
Es necesario reinventarnos, amigarnos con la tecnología; y de este modo continuar acompañando a nuestros estudiantes en su proceso de aprendizaje y formación. Este es un cambio de paradigma, que implica para los docentes “desaprender” la forma en la que enseñábamos y aprender una nueva.
Las metodologías utilizadas en la mayoría de las aulas han sido pasivas, donde el profesor imparte clases de manera magistral, a alumnos que “reciben” la información y conocimientos del profesor; y deben asimilarlas tal como las reciben.
La irrupción de las tecnologías en nuestras vidas ha hecho que nuestros alumnos sean diferentes a los de antaño: ellos quieren más inmediatez, se aburren, tienen acceso a información que antes era patrimonio de los libros y los docentes, se distraen, hacen “zapping” en clases.
Ante esta realidad el paradigma del profesor que “dicta” clases magistrales y es el dueño de los conocimientos debe ser abandonado por uno en el cual el alumno no sólo reciba información; sino que también “aprenda a hacer” y “aprenda a ser”. Y es en este sentido que la incorporación de tecnologías tiene mucho para aportar, ayudando a que los alumnos puedan apropiarse de los conocimientos, pero también puedan llevar adelante un aprendizaje colaborativo, puedan aprender a aplicar conocimientos a la resolución de problemas, puedan desarrollar criterios, puedan ejercer destrezas sociales; y puedan finalmente obtener conocimientos que realmente los preparen para la vida.
Este nuevo paradigma representa una relación más igualitaria entre docentes y alumnos: los docentes ya no estamos parados en una tarima frente a los alumnos; los docentes estamos con los alumnos, entre ellos, construyendo relaciones, descubriendo, aprendiendo también. 
Creo que este es el desafío.



Les dejo un enlace de un material que me pareció interesante como disparador para tener ideas de diferentes maneras de introducir las TIC a las clases.

30 modos de introducir la tecnología en el aula

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