viernes, 22 de marzo de 2019

¡Jugando sí que se aprende!


Esta última práctica del curso referida a las tendencias metodológicas en torno a la educación; fue la que más me costó, y también la que más me sorprendió en relación a todos los recursos que las tic pueden aportarnos para convertirnos en mediadores del conocimiento.
Como una alumna obediente, seguí los pasos descriptos en el enunciado de la actividad. Comencé leyendo y viendo el material sugerido; incluso varios de los links que ampliaban los contenidos básicos. Luego me aboqué al análisis del recurso EDUCAPLAY, enfocándome en comprender la dinámica de los dos juegos sugeridos. Debo confesar que antes de decidirme por uno de ellos, jugué un par de juegos propuestos por los colegas (y acá no fui tan obediente en cuanto al orden de las actividades!); ya que no estaba muy segura con cuál quedarme. Finalmente me decidí por el crucigrama, y en este punto es que encontré mayores dificultades, las cuales tuvieron que ver con el contenido a incorporar en el juego y no con la herramienta; ya que tuve que repasar nuevamente todo el módulo! Sin embargo, y a partir del cierre del Módulo II; me quedé tranquila ya que esta dificultad es justamente el espíritu de la actividad: comprender los contenidos y no enfocarse en la herramienta.

Les dejo el link de mi crucigrama:

Una vez terminado mi juego, seguí haciendo juegos de mis compañeros. Me fanaticé con la herramienta! Y en esta segunda ronda de juegos realmente me di cuenta que había aprendido los contenidos, ya que puede tener mejores resultados que la primera vez que lo hice. 

Miren mis actividades jugadas luego que me registré! Hice varios intentos antes que no aparecen en esta estadística por supuesto



En el camino de las actividades de este tercer módulo se me han ocurrido varias ideas para poner en práctica en mis clases. El concepto de “flipped classroom” ya lo conocía y lo había aplicado, aunque reconozco que a partir de este curso he obtenido algunas herramientas que me van a permitir mejorar la práctica. Por otro lado, he conocido otras herramientas que me parecen muy interesantes y estoy dando vueltas en mi cabeza sobre la forma de utilizarlas; incorporar el celular a las clases de un modo activo pero mediado para los fines del proceso de aprendizaje de mis alumnos, o incluir juegos en alguna instancia. Finalmente, la herramienta EDUCAPLAY me pareció que tiene muchas posibilidades para ser incorporada; por supuesto el crucigrama y la ruleta; pero también el test y el mapa interactivo.
Termino este curso muy satisfecha por los resultados obtenidos, pero también con muchas inquietudes sobre mis propias carencias y debilidades para incorporar estas herramientas. Una vez más he podido comprobar que con estos nuevos conocimientos se ha ampliado la frontera de mi ignorancia, o parafraseando a Sócrates “Sólo sé que no sé nada”.



sábado, 16 de marzo de 2019

Tomando conciencia de mis competencias digitales

En los ámbitos educativos se habla permanentemente de competencias; y si bien había reflexionado sobre este concepto en términos de las competencias que deben adquirir mis alumnos; rara vez me había puesto a pensar en mis propias competencias, y menos en mis competencias digitales. 
La actividad 2 me pareció muy enriquecedora, desde las reflexiones sobre las diferencias entre los estudiantes de hoy y nosotros como estudiantes, la forma de aprender que ellos tienen, los cambios en el rol de los docentes, las competencias personales, interpersonales y digitales; y por último, la herramienta “mapa mental”.
Para llevar adelante las consignas propuestas comencé revisando el material disponible en la plataforma. Me detuve bastante analizando el documento del INTEF “Marco Común de Competencia Digital Docente”. La primer idea que tuve al leerlo, es que para lograr un adecuado desarrollo de las competencias digitales docentes, es necesario que exista un reconocimiento público de la necesidad de capacitar a los docentes para que ellos puedan mediar los conocimientos incorporando las tecnologías, y así “hablar en el mismo idioma que nuestros estudiantes” (por decirlo de algún modo). En este sentido creo que en nuestro país y nuestras instituciones educativas aún falta un largo camino por recorrer, empezando por dimensionar la importancia que las competencias digitales tienen, para luego centrarse capacitar a los docentes y en dotar a las instituciones de los recursos que son necesarios para llevar adelante esta tarea.
Una vez que leí y estudié el documento del INTEF, volví sobre las competencias digitales para diagnosticar mis fortalezas y debilidades. En este sentido descubrí que conozco y sé hacer más de lo que creía (en especial en lo referido a las competencias de información y comunicación y colaboración). Y también pude detectar aquellas áreas en las cuales necesito adquirir conocimientos y habilidades, las que en especial se relaciona con la creación de contenido digital. Al realizar este autodiagnóstico recordé las palabras de Genis Roca cuando decía que las personas de mi generación (la de los 70´s) no llevamos con naturalidad el hecho de que cualquiera puede producir y compartir contenido, sino que preferimos que lo haga un profesional.
Adicionalmente aprendí nuevos conceptos como “Netiqueta”, “voz por IP”, “copylefts”, “creative commons”.
Una vez que terminé de estudiar el documento, estudié el material sobre modelos mentales y la herramienta propuesta. Finalmente me puse manos a la obra, y construí el mapa mental que les dejo en el link. 

La actividad me pareció entretenida, y cuando terminé de hacerlo realmente recordaba todos los conceptos.
Estas actividades me están haciendo replantear mis propias prácticas docentes, y me he puesto a imaginar de qué manera puedo incorporarlas en mis clases. Como dije antes esto es un desafío para mí, que aprendí a ser docente copiando a mis propios docentes. Reconocer que nuestros alumnos son diferentes a lo que nosotros fuimos y darnos cuenta que el rol de docente ha cambiado, dejando de ser instructores para ser mediadores o facilitadores del aprendizaje; es el primer paso para poder abrir la mente y reconocer las infinitas posibilidades que nos brindan las TIC.

Por último, y como no sólo me dedico a la docencia ( y pienso que muchos de los pasajeros de este barco tampoco), me puse a pensar que estas competencias digitales son necesarias en el desempeño de cualquier profesional. En este sentido, me gusto la siguiente imagen:


Tomado de 
https://www.julianmarquina.es/las-8-competencias-digitales-que-todo-profesional-debe-tener/






miércoles, 13 de marzo de 2019

Reinventando el rol docente


La tecnología avanza a pasos agigantados y se introduce en todos los ámbitos de nuestras vidas, y por supuesto los ámbitos académicos no son ajenos. Sin embargo, las personas utilizamos las tecnologías de diferentes maneras y con distinta intensidad. Con esto quiero decir que, al menos en mi experiencia; los alumnos son mucho más hábiles en el uso de las mismas que los profesores. Y en este sentido los profesores tenemos mucho por aprender de ellos.
Pero a la vez, creo que el rol docente es insustituible. Esto significa que ante la incursión de las tecnologías en las aulas, los docentes debemos dejar de lado prácticas que hace un tiempo eran efectivas pero que ya no lo son; y modificar nuestras formas de ejercer la docencia. 
Es necesario reinventarnos, amigarnos con la tecnología; y de este modo continuar acompañando a nuestros estudiantes en su proceso de aprendizaje y formación. Este es un cambio de paradigma, que implica para los docentes “desaprender” la forma en la que enseñábamos y aprender una nueva.
Las metodologías utilizadas en la mayoría de las aulas han sido pasivas, donde el profesor imparte clases de manera magistral, a alumnos que “reciben” la información y conocimientos del profesor; y deben asimilarlas tal como las reciben.
La irrupción de las tecnologías en nuestras vidas ha hecho que nuestros alumnos sean diferentes a los de antaño: ellos quieren más inmediatez, se aburren, tienen acceso a información que antes era patrimonio de los libros y los docentes, se distraen, hacen “zapping” en clases.
Ante esta realidad el paradigma del profesor que “dicta” clases magistrales y es el dueño de los conocimientos debe ser abandonado por uno en el cual el alumno no sólo reciba información; sino que también “aprenda a hacer” y “aprenda a ser”. Y es en este sentido que la incorporación de tecnologías tiene mucho para aportar, ayudando a que los alumnos puedan apropiarse de los conocimientos, pero también puedan llevar adelante un aprendizaje colaborativo, puedan aprender a aplicar conocimientos a la resolución de problemas, puedan desarrollar criterios, puedan ejercer destrezas sociales; y puedan finalmente obtener conocimientos que realmente los preparen para la vida.
Este nuevo paradigma representa una relación más igualitaria entre docentes y alumnos: los docentes ya no estamos parados en una tarima frente a los alumnos; los docentes estamos con los alumnos, entre ellos, construyendo relaciones, descubriendo, aprendiendo también. 
Creo que este es el desafío.



Les dejo un enlace de un material que me pareció interesante como disparador para tener ideas de diferentes maneras de introducir las TIC a las clases.

30 modos de introducir la tecnología en el aula